24 horas a la eternidad
- Carlos Luro
- 6 jul 2023
- 4 Min. de lectura

Por Gerardo Semenzato para Shinka Consulting
Para los seguidores del automovilismo deportivo la carrera de las 24 horas de Le Mans tiene un encanto especial.
En el circuito de La Sarthe (de alrededor de 14 KM totales) que utiliza tanto caminos vecinales de la localidad de Le Mans – a unos 200Km al oeste de París - como tramos especialmente diseñados para desarrollar altas velocidades, durante 24 horas en un fin de semana de junio, 62 autos con tripulaciones de 3 pilotos dada uno, y que se alternan en la conducción compiten para alcanzar un lugar inamovible en la memoria de los fanáticos .
Desde la primera largada en 1923 hasta la última edición en el centenario las más reconocidas marcas y fabricantes de todo el mundo se presentaron para intentar ganarla.
Las marcas que compiten es un muestrario de la misma historia y evolución del automovilismo y de los avances en motorizaciones, aerodinámica, materiales, cubiertas y todo lo que tenga que ver con la industria más pujante e innovadora del siglo XX de Europa, EEUU y Japón .
Es tanto el interés que promueve ese día que se han hecho libros, películas y todo tipo de objetos con y sobre las 24 horas, intentando vincular las marcas con los preparativos, con la tensión y con el esfuerzo de ese día hasta alcanzar un triunfo épico que se recordará eternamente.
Le Mans y toda la maquinaria de promoción y de marketing deportivo que se mueve alrededor de esas 24horas es un fenómeno en sí mismo.
Fenómeno que involucra enormes cantidades de dinero, movilizaciones gigantescas de espectadores, en vivo en el lugar o en todo el mundo por televisión, además de notables avances técnicos con ingeniería aplicada específicamente para obtener rendimientos excepcionales, en máquinas desarrolladas especialmente para correr y ganar las 24 horas a la eternidad más famosas de la industria automotriz.
Dinero y técnica. Marketing y promoción. Deporte y negocios.
Con todos estos antecedentes la edición de éste año de la carrera tenía un atractivo adicional: Ganar la copa del Centenario.
Ante tamaña trascendencia para el público, para los fabricantes, para los innumerables proveedores vinculados al evento y para los diversos medios de comunicación el triunfo en Le Mans 2023 se convirtió en un objetivo codiciado.
Todos los enormes esfuerzos financiero y técnicos en cada especialidad se recompensarían con beneficios históricos.
He aquí dónde el factor humano juega un papel fundamental y basal, que sin embargo pocas veces es considerado a priori.
Si en el equipo argentino campeón mundial de fútbol, además de la destreza individual de cada uno, el espíritu del grupo fue reconocido a posteriori como un valor intangible como columna vertebral del éxito, en el triunfo de Ferrari en LeMans aparece el mismo fenómeno del espíritu de equipo.
Tres personas y sus equipos : Antonello Coletta, Coordinador general de competencias de Ferrari, Amato Ferrari, Director del equipo AF Corse de amplia experiencia en los campeonatos de resistencia en Europa y en EEUU y Ferdinanzo Cannizzo, de la Dirección técnica de Ferrari GT (la División de Gran Turismo); Cada uno de los tres -desde su propio lugar- aunaron su reconocida capacidad técnica con liderazgos personales de excepción.
Inspiraron a sus equipos, los llevaron a superar los límites en sus respectivas tareas, les exigieron todo lo posible que podían dar y los unieron con un sueño épico tan desafiante como motivador: el triunfo de la ingeniería italiana en los 100 años de LeMans.
Los ejemplos de triunfos en el mundo del espectáculo deportivo son sin dudas mucho más visibles que el trabajo cotidiano empresarial.
Sin embargo tienen mucho en común.
Inspirar una idea, compartir los sueños, ponerse objetivos posibles de alcanzar, planificar minuciosamente los próximos pasos, establecer hitos, ir mejorando con cada aprendizaje y continuar perseverando a pesar de los problemas y circunstancias adversas -que siempre estarán-, es la tarea indelegable de los líderes.
Misión personal que se derrama sobre sus equipos de colaboradores.
Para llegar al triunfo.
Tanto en lo deportivo, Campeonato Mundial de Fútbol o 24 horas de LeMans, como en cientos de empresas e industrias que logran destacarse en su área específica.
A lo largo de la Historia los ejemplos empresariales, deportivos o en el campo de la ciencia y militar se suceden. En cada uno de esos eventos es posible encontrar la misión del líder.
Un líder que ocupa su tiempo menos en recriminar que en continuar alentando a los que están a su alrededor. A pesar de las fallas y errores.
Por el momento no hay inteligencia artificial cibernética ni dioses inspiradores celestiales que suplanten al esfuerzo humano necesario para lograr que una idea en el aire se convierta en un hecho real y concreto.
Los liderazgos se van construyendo cotidianamente aprendiendo con humildad de los errores, convocando y motivando con una visión en común a los que quieran y puedan sumarse y procurando en un clima armónico pero con firmeza aunar voluntades para concretar sueños.
Y aquí es cuando cobran valor las palabras de un experimentado piloto de las 24 horas, y multicampeón Juan Manuel Fangio:
” - Para llegar primero, primero hay que llegar..-”
Cada uno desde lo propio pero con una tarea en común. Día a día.