A paso de VUCA
- Shinka Consulting
- 1 nov 2019
- 3 Min. de lectura
“Prediction is difficult particularly when it involves the future”
Mark Twain

En la bifurcación de un cruce de caminos, entre continuar por la ruta recientemente asfaltada o tomar el viejo sendero de tierra y baches…probablemente elijamos la alternativa de continuar por el asfalto.
Nada hacía prever que a los pocos kilómetros el nuevo puente sobre el río – aún sin terminar- había sido arrastrado por la imprevista correntada y la única manera de superar el obstáculo seguía siendo el antiguo vado que se encuentra a mayor distancia aguas abajo.
Es justo afirmar que en la disyuntiva todos los factores parecían indicar: ¡seguir por el asfalto!.
De nada sirven las recriminaciones posteriores. En el momento de la decisión se tomó la que aparecía como más racional y segura. La ironía de la frase de MarkTwain lo sintetiza: ¿Cómo acertar lo que sucederá en el futuro?
Cuando ante una decisión empresarial del pasado que termina comprometiendo la continuidad futura no se reacciona a tiempo en el presente,- inmovilizándose en la toma de decisiones-, simplemente se suman dificultades a la cadena de errores.
La búsqueda de seguridades inamovibles, aciertos inmodificables, certeza en el timing y eliminando absolutamente toda posibilidad de errores es más producto de una fantasiosa superproducción de espías hollywodenses que una experiencia de la vida real empresarial actual.
VUCA es la sigla en inglés que identifica el clima y espíritu de época.
El “zeitgest” actual. (volatility, uncertainty, complexity, ambiguity).
Un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo dónde nada está firme e inamovible, dónde inesperadamente suceden hechos que modifican condiciones, dónde las certezas del pasado tambalean o desaparecen, dónde en lo que confiamos se agrieta imprevistamente.
La dinámica de la realidad económica-social se aceleró y aparecen nuevos estilos disruptivos en la manera de concebir y ejecutar negocios y en las relaciones sociales.
Edward de Bono, en un libro que ya tiene sus años pero que no ha perdido actualidad Manual de sabiduría,( 1998, Espasa, Barcelona.) explica que ante alternativas que aparecen como opuestas se puede seguir una línea de pensamiento paralelo para decidir qué caminos seguir: “En un mundo cambiante las casillas procedentes del pasado puede que ya no sean adecuadas para describir un presente cambiante” (pág.280#181).
Recomienda que la elección final se diseñe, basándose en los valores previamente asumidos uniéndolos fuertemente a la originalidad creativa.
Tarea que no parece nada fácil.
Tampoco ha de ser fácil desde el equipo directivo de una empresa responder a la volatilidad con velocidad de reacción, minimizar la incertidumbre con visión unificada y definida, aclarar la complejidad con una interpretación objetiva de los hechos en determinados contextos y por último procurar reducir la ambigüedad con certera precisión en las decisiones.
Se requiere un combo de condiciones que si bien no son las más habituales ni fáciles de hallar pueden ser creadas fomentando hábitos directivos que prioricen determinadas premisas.
Primer premisa: A pesar de los apremios del presente no perder nunca la mirada hacia el futuro.
Segunda premisa: Cultivar persistentemente un meticuloso planeamiento estratégico analizando los riesgos inherentes a cada actividad.
Estar alerta hacia aquellos factores más críticos y que afecten la sustentabilidad del negocio.
La conducción directiva de una empresa implica una reflexión permanente sobre la mejora de la eficiencia presente.
Pero, por otra parte, implica también no dejar nunca de lado la persistente voluntad de fomentar climas laborales que alienten la gestación de soluciones creativas de cara al futuro.
Una “cama de siembra” de ideas revitalizantes del sentido y finalidad de los negocios de cada empresa.
Mientras tanto podemos recurrir a otra frase atribuida a Mark Twain, experto navegante del Mississippi: “El pesimista se queja del viento, el optimista desea que cambie, el realista ajusta las velas a la condición actual”.