Dar vuelta la taba

“Las enfermedades modernas son los medios de que se está valiendo el cosmos para sacudir a esta orgullosa especie humana” Ernesto Sábato, La Resistencia

Cuando el ancla del Espora garreó y la nave quedó varada en el pedregullo de una oculta bahía en La Isla de Los Estados, el capitán Luis Piedrabuena sabía que la situación era un desastre.

Aún golpeado por la pérdida del velero, ordenó su desguace y con la misma madera, herrajes y diversos objetos comenzó, sobre la misma playa, la construcción del cutter Luisito.

Cuatro meses después, el Luisito, le permitió volver al continente, escapando del invierno, salvando a toda su tripulación.

En 1956, al desatarse la sangrienta represión ruso soviética al intento de liberación de Hungría, Andrew Grove, junto a casi 200 mil compatriotas, buscó refugiarse en Europa Occidental. Su familia-de origen judío- había logrado con enorme sufrimiento superar la invasión y persecución nazi durante la 2da.Guerra. Luego de un largo peregrinar encontró un lugar para ganarse la vida en la ciudad de San Francisco, en la lejana California (EEUU).

Pudo completar estudios, obtener un trabajo estable y reiniciar su vida personal.

En 1968, con dos socios mayoritarios fundó una compañía de electrónica que se convertiría- bajo su intuitivo liderazgo- en el gigante Intel; primer fabricante mundial de procesadores y componentes de última generación.

Desde la adversidad de un refugiado perseguido por su raza, hasta la cima mundial en una nueva disciplina: la inteligencia artificial.

En 1945 la derrota de Japón luego del ataque nuclear a dos de sus principales ciudades, significó además, el sometimiento a tremendas imposiciones de los aliados que buscaban modificar de raíz la cultura y el desarrollo histórico de la nación.

Konosuke Matsushita, no solamente había perdido padres, hermanos e hijos.

También fue expulsado de su propia compañía. Únicamente sostenido en su esposa Mumeno y por la incondicionalidad de sus antiguos empleados, las autoridades lo autorizaron temporalmente a retomar el control de la empresa en 1948.

Matsushita creó entre otras marcas Panasonic y convirtió su empresa en un gigantesco emporio que se expandió ofreciendo una extensa gama de productos eléctricos y electrónicos para millones de hogares y empresas en todo el mundo.

Desde la humillación del despojo a la reverencia de sus compatriotas Konosuke Matsushita reflexiona: “La prosperidad nos será esquiva hasta que entendamos la naturaleza humana. Con corazón humilde y mente abierta me quiero dedicar a estudiar al ser humano” S.A.de Soraluce; Desde la adversidad

Infinidad de historias de grandes personajes o las modestas crónicas de desconocidos pueden tener similitudes profundas.

No siempre el transitar de una situación mala termina irremediablemente peor.

Hay innumerables ejemplos de cómo es posible revertir una derrota cantada en un triunfo impredecible.

El entrenamiento de Rocky, a pura voluntad sobre la nieve, y su épico triunfo sobre el gigante ruso Drago, es uno de los más conocidos ejemplos con efectos de sonido y música de epopeya. La realidad es menos cinematográfica.

Las graves complicaciones que generan las circunstancias imprevistas y sorprendentes y que ponen en riesgo la continuidad de la empresa son cosas de todos los días.

En cada momento o en cada lugar, nunca falta algo que sobra. Que hubiéramos deseado que nunca ocurriera.

“¿Otra más nos viene a pasar?”. “¿Justo Ahora?

“¡No lo puedo creer!” “¿Además ésta?”

…y sí, la prepotencia de los hechos no pide permiso. ¡Así es la realidad!

Son preguntas angustiantes que esperan palabras de consuelo. Un consuelo inútil.

La hora de la derrota, se puede vivir como fracaso terminal o como aprendizaje recuperador Una verdadera escuela de carácter.

Más que lamentarse en la derrota o en convertir cada encuentro laboral en, tan estériles como inútiles descargas mutuas de emocionalidad agresiva, la más sana gestión de management debe concentrar sus energías en buscar y encontrar soluciones eficaces.

Hay que salir con urgencia del fervor de impulsos emocionales que como manotazos de ahogado terminan impidiendo la tarea del rescatista.

La mejor tabla de salvación es contar con una estrategia validada que oriente las acciones y le dé sentido a una operación desquiciada.

Esforzándose en procurar análisis profundos de todos los factores.

¿Cuáles fueron las causas que originaron los problemas? ¿Qué debilidades preexistentes provocaron la hecatombe actual? ¿Cómo no atendimos las señales previas?

Las preguntas que deben hacerse son múltiples y variadas.

Del conocimiento profundo de cada actividad, del saber cómo funciona verdaderamente cada negocio en particular, surgirán las acertadas preguntas y sus precisas respuestas.

Las consabidas “recetas de manual”, que se aplicaron exitosamente en otros contextos, ahora pueden no servir. Tal la velocidad de los cambios y los impactos ocasionados.

De una reflexión sincera, de una serena enumeración con una secuencia ordenada y objetiva de los hechos y con la participación de todos los actores involucrados, es posible extraer aprendizajes del pasado que orienten el futuro. Que otorguen sentido.

La reconocida metodología PDCA (plan,do, check,act) es un buen instrumento que puede ayudar ordenando racionalmente la búsqueda de soluciones.

Pero nada sustituye a una buena estrategia previamente debatida y consensuada. A un entusiasta liderazgo sobre los equipos que sepa renovar la energía vital permitiendo elevarse desde la debacle.

Conservar la estrategia-adaptándose a cada contexto- permitirá superar los dramáticos momentos de cada crisis. Salir del desaliento del fracaso actual dándole aire (alentando) la nueva recuperación futura.

“El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer”. Ernesto Sábato. La Resistencia