Fantasmas interiores
- Shinka Consulting
- 18 feb 2019
- 3 Min. de lectura

No siempre lo que creemos ver, es lo qué es.
“Un sesgo cognitivo es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento mental, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto, interpretación ilógica, o lo que se llama en términos generales irracionalidad, que se da sobre la base de la interpretación de la información disponible” extracto de Economía Conductual; D.Kahneman, Premio Nobel de Economía 2002.
Los más trajinados aviadores o marinos suelen coincidir en qué en algunas particulares situaciones donde el vuelo o la navegación se tornan complicados por la confluencia de factores- climáticos y/o imprevistos desperfectos técnico mecánicos- lo principal es procurar no perder la calma, apelar a la propia experiencia y fundamentalmente a las propias intuiciones y conocimientos adquiridos en la disciplina.
En momentos de alta criticidad, donde está en juego el naufragio por vararse en una costa pedregosa oculta por la niebla, o estrellar el avión contra una maciza montaña que debería haber estado unos cientos de metros más abajo, la toma de decisiones no tienen márgenes para planteos dubitativos, tanteos timoratos o caprichos personales.
Situación muy similar a la toma de decisiones directiva en la conducción estratégica de una empresa en contextos económicos abruptamente cambiantes, dura competencia por tecnologías disruptivas o inverosímiles cisnes negros.
Calma, experiencia, intuiciones y conocimientos.
Sin embargo, los más expertos de los expertos saben que un fantasmal polizonte pirata puede estar a bordo. Un temible Alien, el octavo pasajero del afamado Ridley Scott.
El denominado “sesgo cognitivo”.
¿Quién es “sesgo cognitivo”?
“Sesgo cognitivo” es difícil de encontrar y contrarrestar porque se esconde en lo más recóndito de nuestra propia mente. Allí en lo profundo, casi en el mismo lugar dónde se apoltronan la calma, las intuiciones, los conocimientos y la ya serena experiencia.
En el mundo occidental entendemos por ejercicio de la razón cualquier proceso o acto de la mente mediante el cual a partir del conocimiento de una cosa, la mente sigue avanzando hasta conocer otra.
Este ejercicio de la razón puede llegar a conclusiones verdaderas o falsas.
Aunque proceda tanto desde antecedentes y/o probabilidades verificadas o también aunque lo haga basándose en pruebas y sus correspondientes demostraciones presentes.
Cuando nosotros razonamos lo hacemos con premisas que vamos acumulando "a priori "o por indicios demostrativos que nos permiten razonar "a posteriori ".
De esta manera podemos conocer tanto las ideas generales como lo concreto y particular. (Idea general: la empresa; lo concreto y particular: la empresa dónde trabajamos).
Nuestros razonamientos pueden ser ordenados, secuenciales y lúcidos. Estamos razonando paulatinamente, aparecen las evidencias, sacamos las conclusiones y por lógica consecuencia tomamos las decisiones….pero en la dirección incorrecta.
“Sesgo cognitivo” hizo de las suyas.
“Sesgo cognitivo” opera sobre las percepciones y experiencias, los sentimientos, las subjetividades personales arraigadas en nuestra propia historia, afectiva y emocional.
Nos confunde de modo tal que terminamos brindando nuestro asentimiento a los preconceptos que teníamos, a nuestras arraigadas costumbres, primitivos hábitos, reiterados vicios, inmaduras ilusiones, simples caprichos o el temor a abandonar la moderna “zona de confort”.
Casi siempre razonamos y tomamos decisiones en base a lo que creemos conocer y lo que creemos percibir, y si “sesgo cognitivo” no nos permite discernir adecuadamente la confusión nos puede llevar a equivocarnos en mayor o menor medida.
Nuestras decisiones serán en consecuencia, a pesar de los hechos constatados y de los datos obtenidos de esos mismos hechos, más impulsos emocionales condicionantes, tan personales como confundidos, que reflexiones racionales maduradas y apoyadas en evidencias incontrastables. ¡Pero si yo lo veo así!
¿Cómo contrarrestar y dominar a “sesgo cognitivo”? ¿Cómo hacerlo en el ámbito empresarial, tan proclive al personalismo y el ejercicio despótico de la autoridad?
Una posibilidad: Revisando permanentemente los instrumentos y herramientas de gestión que nuestra empresa utiliza, buscando los más adecuados para utilizar en contextos que se modifican rápidamente y apelando a los que afortunadamente poseemos.
Aprender y entrenarse para no actuar simplemente de manera reactiva y por lo que creemos ver en una primera mirada u opinión generada en un juicio apresurado.
Si en la moderna aeronavegación tenemos instrumental electrónico comprobadamente certero que permite superar confusiones y errores humanos, análogamente, en el management empresario podemos arbitrar modernos estilos de gestión que nos permiten buscar en el equipo humano decisiones consensuadas, estimulando espacios de debate, reflexión y análisis racional, compartiendo puntos de vista más allá del propio escritorio y de la decisión arbitraria y solitaria.
Como la legendaria y confiable brújula que bien leída ha sabido evitar más de un naufragio a pesar que “el mar, las olas y el viento no estaban de su lado” L.Castellani.




















