Tomalo con soda...chau estrés!

Basado en un artículo publicado en la revista Selecciones

Uno de los grandes enemigos de la salud psico física- en la vida contemporánea- son las tensiones y angustias que genera el estrés. Si bien es imposible eliminarlo completamente, sin embargo, se pueden crear condiciones que reduzcan sus efectos negativos.

Aire puro

Controlar la respiración. Usamos solo el 20% de la capacidad de los pulmones para respirar… y mucho menos cuando estamos estresados. Respirar profundamente es una buena arma para combatir los momentos en que uno se siente estresado. Mediante la técnica apropiada el esfuerzo para respirar es menor, lo cual reduce el trabajo pulmonar, de modo que el cerebro recibe la señal para que el ritmo cardíaco y el consumo de oxigeno disminuyan.

El arte del cambio

El optimismo es vital. La próxima vez que una situación despierte nuestra ira, aumentando la ansiedad, sigamos los siguientes consejos:

• No tomarlo personalmente. En lugar de frustrarse por los reveses y tomarlos como resultados de incompetencia, los optimistas los consideran señales y oportunidades de cambiar enfoques.

• Mantener expectativas realistas. No hay paso más grande hacia la desilusión y la frustración que fijar las propias expectativas demasiado alto sin considerar el contexto.

• Ponderar las preocupaciones. Mantener una actitud positiva no significa eliminarlas totalmente. La clave es cómo manejar esas preocupaciones que siempre aparecerán.

• Procurar ser amable. Dice el Dr. David Myers, profesor de psicología en el Hope College en Holland, Michigan: “Si tiene una expresión sonriente, la gente se siente mejor, cuando frunce el ceño, parece que todo el mundo también lo frunce”.

• La felicidad no viene de la riqueza… (aunque ayude). Por ser ricos, famosos o poderosos las personas no siempre se convierten automáticamente en una persona feliz. Por el contrario, mucha gente en niveles presuntamente exitosos pierde su sensibilidad, sus rasgos más humanos, sus valores y así, su felicidad.

• Controlar el propio tiempo. La gente feliz siente que controla su vida. Aprendamos a decir que no a actividades que no deseamos hacer o a las que no les queremos dedicar nuestro valioso tiempo.

• Aprender a perdonar. Olvidar el rencor tiene múltiples beneficios. Además del placer físico, el perdón procura también intangibles beneficios emocionales.

• Leer siempre un libro. Pensadores, médicos y terapeutas han escrito libros sobre penas, depresión, malos jefes, conflictos matrimonios y problemas financieros. En una librería, se pueden encontrar libros que hablen sobre los problemas que generan estrés.

Dejar que fluya

Crear una sensación de paz y calma en la propia vida significa más que solo manejar el estrés lo mejor posible. Una parte para lograr esto es encontrar un trabajo y/o un pasatiempo que impliquen nuevos desafíos pero sin que nos abrumen. Para descubrir qué actividades nos satisfacen más o para encontrar nuevos desafíos, se recomienda:

• Registrar el propio tiempo. Escribamos todo lo que hacemos, clasificándolo en una escala de 1 a 10 en términos de lo que nos produce más placer. Y ocuparse en ello.

• Recordar la infancia y los amigos. ¿Qué es lo que más nos gustaba hacer cuándo éramos niños? ¿Dibujar, pintar? ¿Por qué no inscribirse en una clase especial? ¿Ayudar a cocinar? Quizás debamos pasar más tiempo en la cocina o con amigos.

• Explorar el propio barrio. Muchos vivimos sin conocer las muchas actividades que se llevan a cabo en donde vivimos. Para encontrar nuevas experiencias, es posible y probablemente más barato, buscar alternativas dentro de la propia comunidad.

• Programar diversiones. Así como programamos las cita con el dentista, médicos, etc. también agendemos tiempo para una actividad agradable y gratificante, al menos una vez por semana. Las vacaciones son siempre saludables y reducen el estrés.